DIA 1: Salimos camino del país del sol naciente

Pues ya estamos en camino del aeropuerto, en el taxi del cuñaaaaaoo de Ruben, un compañero de trabajo, que ataviado con sus gafas deportivas nos lleva a la T1 del Prat. No corras macho que la tarde es joven y queremos llegar a Osaka! Pero no, no corre, es un taxista prudente (parece que aún quedan, si) Ya hemos llegado al aeropuerto a ver donde está Turkish. Repetimos compañía respecto del año pasado, nos causó muy buena impresión, pero esta vez no vamos a estar 8 horas en Estambul por el transbordo.

Ya hemos encontrado Turkish, no han empezado a facturar aun. Hacemos cola, cola por decirle algo, todos apelotonados como abejas en enjambre (y hablo con conocimiento de causa), mientras un "currito" del aeropuerto se dedica a poner las barreras para empezar a facturar. Finalmente empiezan a facturar, y ante mi sorpresa, no hay codazos y sprints como en la salida de un gran premio de moto GP. Han puesto tres apartados, los de bussiness, los del self-checkin y el resto. Nosotros estamos de los primeros, ya casi nos va a tocar, y en eso que viene un personaje "rebotado" de la cola del self-checkin y se pone delante nuestro. "I have fjfbdjfkbdifbfk"... no se que ha dicho, pero que he interpretado como un "que estaba en aquella cola del self-checkin donde sólo había tres personas, a ver si me colaba, pero me han pillao con el carrito del helao y como soy el guiri más chulo del lugar me cuelo aquí, pringao". Lo de pringao es una licencia mía, pero juro que su frase original la ha acabado con algo terminado en "gao". Pues nada, aún con la cara descompuesta intentando averiguar que ha dicho el espabilado, cuando el trabajador del mostrador de Turkish se levanta y dice "hey you míster, to the end of the queue please". El espabilado se hace el sueco (y a lo mejor lo es, rubito y tal tiene pinta), y el del mostrador contraataca "hey, you, to the end of the queu, go NOW", y el "sueco" balbucea algo parecido a "But But" pero emprende el camino al final de la cola. "Tendrá cara el tío, para cara él cara yo, morro tendrá el tío..." le interpela en un perfecto castellano castizo el del mostrador. Ole tu! Hacemos el check-in. Le explico a la amable señorita de Turkish que mi compañero ha de moverse continuamente en el avión por causa de una lesión, si es posible que nos asigne los asientos junto a las puertas de salida (y así de paso estamos más anchos jijiji) y nos dice que esos asientos sólo los puede ocupar alguien que pueda moverse rápido. Oiga señorita, que aquí mi amigo, con la motivación adecuada, salta como un tigre en celo sobre su presa, a ver, que se ha de ir moviendo de vez en cuando, no que no pueda moverse. Finalmente nos asigna asientos junto a la puerta (bien), y pasamos la seguridad sin mayor inconveniente. Miedo tenia de que aquí mi compañero "ironman" hiciera saltar las alarmas del detector, pero no ha sido así. Hacemos un bocata antes de entrar en el avión. Ey, mira, mira, ahí esta el "sueco", seguro que se ha colado haciendo la cola del water también, jijiji. Ya estamos dentro del avión. Vaya con los asientos, dos asientos en medio del hueco de la salida. Como taburetes que se añaden a la mesa en una reunión familiar porque los primos del pueblo han decidido finalmente venir, o los taburetes de los niños que se portan mal, ahí aislados...en fin. Nos dan unos auriculares para escuchar lo que queramos mientras volamos. Y mis asientos que! Que majos estos de Turkish. Minutos después de despegar, nos traen la cena, pollo a la parrilla, con arroz y verduras, pan, galletas, algo parecido al queso "Filadelfia" y unas tostaditas insulsas (lo único, lo demás todo muy bueno) y para beber, un vaso de agua con gas (si, agua con gas, mira que nunca la tomó, pero esta vez me apetecía) Y como la selección de películas no me convence, me pongo a escuchar música. Por fin hemos aterrizado en Estambul, los asientos no estaban tan mal, al menos nos hemos podido mover con libertad. Son las 22h hora local, no tenemos hambre y tenemos que ir haciendo camino a la puerta de embarque para Osaka. Bajando del avión nos llevan en autobús a la terminal. Nos ha tocado el autobús de Abdulah el fiestero, nos lleva con música disco a la terminal. Este empieza pronto la noche de fiesta del viernes...

No me gusta el aeropuerto de Estambul, al menos lo que he visto. Afortunadamente el embarque será pronto...pero que largo se hace y cuanto sueño tenemos... No recuerdo como hemos llegado al asiento del avión, pero aquí estamos. Ahora a dormir todo lo que se pueda.

DIA 2: Seguimos volando a Japón y llegada a Kyoto

Faltan dos horas para que aterricemos, se me esta haciendo eterno, estoy roto, acartonado, si pudiera moverme seguro que me sonarían todas las articulaciones como al hombre de hojalata. Y eso que he dormido un par o tres de horas, todo un récord para mi. Ya no recordaba como eran estos viajes. Aterrizamos, hacemos la cola de seguridad y nos fichan (fotito y huella de rigor), luego a por las maletas, ahí bien organizaditas están todas, luego la aduana, más interrogatorio, y finalmente fuera de la estación. Ahora toca ir a por el pocket WiFi a la oficina de JAL, en la cuarta planta, ósea que tenemos que subir en ascensor ya que estamos en la primera, y entonces nos encontramos con la primera frikada japonesa.

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No llegamos a entender que hace un cangrejo apretando un dedo, es el castigo previsto por equivocarse de planta o como va esto. Es igual, desafiando a los castigos con cangrejos llamamos al ascensor y subimos a la cuarta. Una amable señorita nos da el pocket WiFi. Que majos son estos Japos. Ahora a la estación de JR, activamos el JR PASS Kansai Wide y para Kyoto en el Haruka. Mi primera vez en Shinkansen, y va que se las pela. Años de ventaja que nos llevan... Llegamos a la estación de Kyoto, enorme, llena de gente, salimos en dirección al hotel (bueno, más bien es una pensión) arrastrando las maletas. Llegamos y nos atiende el dueño, muy amables, en su inglés-japonil metiendo el "Ne" cada dos o tres palabras. Nos explica un poco como van las instalaciones y subimos a la habitación. Es una habitación en el segundo piso y de estilo tradicional japonés, pequeña pero suficiente. Y antes de ir a dormir, vamos a comer algo, Katsudon (uno mini para mi) y Kakiage Udon.

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DIA 3: En Kyoto día 1 paseo por Fushimi Inari Taisha

Hoy toca darnos un paseo por el Fushimi Inari Taisha, un santuario dedicado al dios Inari. Nos levantamos a las 8h y compramos en un Lawson un pequeño desayuno (creo que me quedaré con hambre) Nos dirigimos a la estación de Kyoto JR donde cogeremos la línea Nara (la línea marrón) hasta Inari, son sólo dos paradas. Como es domingo esperábamos que hubiera mucha gente, y así es, si te paras la gente te puede arrollar y pasar por encima sin inmutarse. Pero el entorno lo merece (bueno, que te arrollen no, pero ir apretados en el tren si) Saliendo de la estación, justo enfrente, hay una calle peatonal presidida por un enorme Torii rojo, como digo, abarrotada de gente, que lleva a las faldas del monte Inari y donde empieza el camino a la cima. Nos quedamos mirando los edificios que hay a ambos lados del camino, templos y las típicas tiendas con velas, plaquitas de madera, recuerdos y demás objetos típicos que venden alrededor de los edificios de los templos principales. Y justo vamos a empezar la marcha cuando nos pregunta un grupo de tres colegiales si teníamos un momento para hacernos unas preguntas. Si, no hay problema, dispara. El cabecilla, entre balbuceos, y leyendo una chuleta, me explica que son de una escuela y que están estudiando inglés (esto mismo se lo tuve que sonsacar en japonés porque el pobre era un manojo de nervios y no acababa la frase) y que si podía escribirles algo en favor de la paz. Ya me habían hablado que era usual que grupos de niños se acercaran a los extranjeros a practicar inglés. Claro que si muchacho, mira, yo vengo de Barcelona, te importa si te lo escribo en Español? La escribo y seguimos nuestro camino. Minutos después caí en la cuenta que el profesor de ingles se lo leería y no entendería nada!

Ya en el camino a la cima, hace calor; justo al empezar vemos un cartel informativo del camino, un camino escalonado que sube entre los Torii. No nos habíamos dado cuenta de lo largo que es! Decidimos hacer un poco más de la mitad y volver. Que bonito esto de ir entre los Torii, como en Lost in Translation, entre la gente, subiendo escalones. Llevamos un rato subiendo escalones, no solo hay japoneses, hay muchos chinos y coreanos también, a parte de occidentales, y esta haciendo bastante calor. Hemos hecho un alto en el camino a comprar agua, los Torii son todos iguales, hay mucha gente y hemos de parar de vez en cuando a esperar. Bueno, me estoy cansando de subir escalones, se esta haciendo monótono, y subir por subir es tontería, en el siguiente descansillo nos damos la vuelta y bajamos. En verdad vale mucho la pena, pero con tanta gente se quitan un poco las ganas, es como cuando estuve en los acantilados Moher, espectaculares, pero con tanta gente agobia. De bajada decidimos ir por una calle comercial con tiendas de comida y recuerdos a lado y lado, para dirigirnos a la estación y volver a Kyoto. En la estación de tren encontramos otra frikada japonesa, todo tiene instrucciones, hasta el water.

Como es pronto y queremos aprovechar nos decidimos a dar una vuelta por Gion, el barrio donde hay más geishas por metro cuadrado del mundo. Y nada mejor que ir en autobús; Kyoto tiene una extensa red de autobuses y unos pases diarios con los que puedes usar casi todas las lineas por 500 yen (ya solo el billete sencillo cuesta 230 yenes) Pues aunque no es de noche, que es cuando mas se ven, tuvimos la oportunidad de ver tres en poco tiempo. No les hicimos foto por respeto, no les gusta, y si se la haces sin permiso te debe de caer una maldición o algo así, como a un gaijin que intentó hacerle un robado a una, y le salió la foto negra, y lo sé porque mientras le estaba haciendo la foto a semi escondidas ví que se olvidó quitar el protector de la lente. El también se dió cuenta luego, pero tarde, la geisha habia escapado calle abajo con sus sandalias de madera repiqueteando en el suelo. Eso es mal karma. No te preocupes chaval, tendrás mas ocasiones, solo le tienes que pedir permiso a una de ellas, que no le importe, y ya esta.

Por ultimo, antes de volver, visitamos el santuario de Yasaka. Si por Gion habíamos visto japoneses y japonesas vistiendo de forma tradicional, aquí se multiplican (a ver mentes sucias, no me refiero a eso, sinó a que hay muchos...).

Y por hoy ya es suficiente, después de cenar un plato de udon con cerdo y curry (tonkatsu kurri udon) nos vamos a dormir que mañana tendremos un día muy intenso.

DIA 4: En Kyoto día 2 visitamos Kiyomizudera

Hoy nos hemos levantado tarde, la caminata de ayer nos ha pasado factura. El plan de hoy es ver otro trozo de Gion y estar a mediodía en Shijon Kawaramachi para conocer a la amiga de mi colega. Así que, como ayer estuvimos rodeando Gion Corner, hoy iremos a la calle Sannenzaka y Ninenzaka, calles adoquinadas con tiendas a ambos lados donde la tradición dice que si tropiezas tienes dos o tres años de mala suerte. Son calles Patrimonio Histórico. Al final de la calle se encuentra la pagoda Yasaka, un templo budista. A todo esto, siempre rodeados de una muchedumbre. El bus que hemos tomado para venir era lo más parecido a una lata de sardinas. Después hemos vuelto un poco sobre nuestros pasos para buscar el callejón de Ishibei-Koji, pasando por la calle Ne-ne no michi y por la pagoda de Yasaka.

Ishibei-Koji, personalmente me ha entusiasmado, una calle estrecha cuyos edificios son de madera y están ajardinados; hemos tenido la suerte de que cuando hemos ido había poca gente y por un momento se ha respirado paz y tranquilidad. Sería así en el antiguo Kyoto? Seguramente si, lástima no tener una máquina de tiempo para comprobarlo.

Pues ya se ha hecho la hora de ir a buscar el autobús; ya nos estamos haciendo expertos jajaja. Pues nada a esperar el 207, y mientras esperábamos, otro chaval me pregunta si tenía un momento, esto en inglés. Si, claro, estoy esperando el bus así que...y el chaval se hace un selfie conmigo y se va. Yatta? Y las preguntas? Bueno...que raritos estos Japos. Hemos quedado en Shijon Dori con la amiga de mi amigo, la chica ha venido expresamente desde su casa en la isla de Shikoku para hacernos de guía dos días. Mientras la esperamos nos hemos parado a tomar fuerzas en un Starbucks. Aquí hemos tenido otro momento friki con las instrucciones en el lavabo.

Ya llega, nos saluda, nos pregunta que qué tal, bien y tu, yo bien, y nos ponemos en marcha. En una tarde hemos visto el castillo de Nijo y sus jardines, todo muy bonito e impresionante, la calle del Pontocho, y hemos paseado por Ne-ne no michi, Ninenzaka y Sannenzaka de nuevo para acabar en el Kiyomizudera, ya rozando las 18h que es cuando cierra.

Mención especial para este santuario, precioso, desde el que hemos podido ver Kyoto y de fondo la puesta de sol. También hemos bebido de su manantial sagrado, de tus tres fuentes que proporcionan sabiduría, salud y amor.

Para acabar la jornada hemos ido a comer okonomiyaki en un restaurante de Gion. Ya estamos en el hotel, yo estoy cansado y a mi compañero creo que le voy a dar el tiro de gracia como me está pidiendo, sólo hace que gimotear. Y mañana nos espera un "día completito". Por favor amiga nihonjin ten piedad de nuestros huesos! :)

DIA 5: En Kyoto día 3 visitamos Arashiyama y Kinkakuji

El día de hoy se presenta apretadito. Para empezar vamos a tomar el tren para ir a Arashiyama. Antes, hacemos una pequeña escapada a la planta superior de la estación de Kyoto, donde podemos ver la ciudad desde las alturas. Podemos comprobar como se mezclan los tejados modernos con los tradicionales, y como estos últimos abundan. Una vez llegamos a Arashiyama nos encaminamos al templo de Tenryuji. Sus jardines son preciosos, con carpas enormes en sus estanques.

Entrando en uno de los edificios se puede ver, en el techo, la pintura de un dragón. Si das vueltas alrededor de la estancia donde se encuentra la pintura te das cuenta de que los ojos del dragón no dejan de mirarte, un ingenioso efecto de la pintura. Después, nos apetece estar un rato sentados y sacamos ticket en el Torokko train (ahora decir conmigo en voz alta torokko-torokko-torokko-torokko...no suena como un tren? así son muchos nombres japoneses, que cachondos no?) que lleva de Arashiyama a Kameoka por la ribera del río Hozugawa.

Comemos algo por la zona y pensamos que hacer. Decidimos que después de comer iremos al Kinkakuji. Cuando busqué información sobre Kyoto había tres cosas que tenía claro que quería ver, una el Fushimi Inari, la segunda el Ginkakuji y la tercera el Kinkakuji. Pero las fotos no hacen honor al edificio, sobre todo si tenemos la suerte de verlo por la tarde (más que suerte, la amiga nihonjin lo planeó) Habrá gente que no lo encuentre tan bonito, a mi me ha parecido espectacular, e imagino que si lo hubiéramos visto en el hanami o con nieve, aún más espectacular.

Para acabar el día vamos a cenar sashimi y nabe a un restaurante, y a brindar con sake, mochiron! Mientras cenamos, en un momento determinado, se oye el retumbar del tubo de escape de una moto, algo inusual a eso de las 20h. Al asomarnos a la calle nos sorprende ver a un tipo haciendo eses con una moto custom por en medio de la calle, entre los dos carriles de la calle, primero calle arriba, y luego calle abajo. Y lo que mas me sorprende es que, antes de llegar al restaurante, mientras estábamos parados esperando a que cambiara el semáforo, un coche ha intentado girar en la misma dirección que el autobús que tenía delante, pero el no tenía permitido hacer esa maniobra. Inmediatamente han saltado corriendo los dos guardias que hay en el semáforo para parar al vehículo. Tengo que aclarar que la presencia de la policía en la ciudad es muy numerosa, prácticamente hay una pareja en cada semáforo conflictivo, o si hay obras, o si es una zona muy concurrida, casi siempre en labores de tráfico. Pues a este motorista no lo ha parado nadie. No lo entiendo, en pleno centro de Kyoto...en fin, cosas de Japón.

DIA 6: En Kyoto día 4, de compras

Hoy toca callejear por Kyoto para hacer las compras de rigor, y para ello nos pondremos en manos de nuestra amiga nihonjin que de eso sabe un rato (de compras por Kyoto, se entiende, por cierto, que ritmo ha llevado la muchacha, nos ha hecho sacar el hígado. Si a todo lo que hacen los japoneses le imprimen ese ritmo, no es de extrañar que casi todos estén delgados) No se si el haber estado en Tokyo con anterioridad me debe haber inmunizado o es la zona que hemos visitado (la calle Shijo y la zona de Gion), pero no he visto tiendas "raras", osea, a parte de locales de Pachinko, solo me viene a la cabeza una tienda inusual en la que puedes entrar y estar un rato con unos gatitos. Las demás tiendas me han parecido de lo mas normal. Sí que es cierto que hay tiendas que venden productos de consumo exclusivamente local, como las tiendas con todo tipo de productos relacionados con el té verde, o las de artesanía japonesa o tiendas que, no habiéndolas en general en Europa, tampoco serían tan raras. Supongo que habrá que investigar más zonas... De cualquier forma, ir "de tiendas" por Kyoto no puede dejar indiferente a nadie, cualquier cosa que busques lo vas a encontrar, y si te gusta ver productos tradicionales japoneses, los podrás disfrutar, sobre todo abundan las tiendas para fabricar kimonos. No es algo que haya notado hoy, pero mientras mirábamos escaparates y dábamos vueltas me ha dado por pensar en los vehículos que hay aquí en Japón. Fijándose sólo en los vehículos privados, podemos ver que hay las marcas europeas y coches de marca japonesa que podemos ver por Europa, y luego dos grupos más de coches que no vemos por Europa. Por una lado están los que he llamado "reducidos". Me refiero a los coches con forma de furgoneta que han miniaturizado, y que tunean hasta límites insospechados. Si alguna vez veis uno por la calle, seguro que lo reconocéis.

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Y luego están los que he llamado los "transformers", que justo son todo lo contrario, es decir, coches enormes con formas agresivas y que también tunean a gusto.

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Dos apuntes, las fotos son un ejemplo "conservador" de este tipo de vehículos, ya miraré de buscar otros más extremados, y luego, aquí en Kyoto es donde he visto por primera vez un Tesla.

DIA 7: En Kyoto día 5, Nara, Ginkakuji y parque del palacio imperial

Hoy nos hemos levantado muy temprano para ir al castillo Himeji, pero la hemos liado. Resulta que el JR que tenemos ahora, el JR West Sanyo, no permite utilizar las líneas de Shinkansen desde Kyoto, sólo las líneas regulares. Pero no lo sabíamos, y solicitamos una reserva en el Shinkansen, y nos la hicieron sin decirnos nada (おきゃくさま manda) y cuando hemos querido entrar en el andén nos lo han impedido, y aquí es donde hemos perdido el tren. Que podríamos haber ido en un tren normal, si, pero tardan casi el doble y entonces no hubiéramos podido llegar a la hora y no nos hubieran dejado entrar en algunas zonas de castillo. Así pues, hemos cambiado planes, y hemos ido a Nara (lo teníamos previsto, pero otro día). Lo que se ve en Nara es un parque con varios templos, y algún que otro templo en las afueras, un parque que tiene la peculiaridad de que tiene en su interior merodean miles ciervos a su antojo. Al principio es muy bonito y bucólico, pero luego ya, o pasas de ellos o directamente los rehuyes, más si sacas algo de comer, ya sea para ti o para ellos. Entonces, si ven comida, son tu "amigos" para siempre y te siguen, y te dan mordisquitos, y los más lanzados te dan cabezazos.

Si hay algo impresionante que ver en Nara es sin duda el enorme templo Todai-ji y su enorme estatua de Buda. Es tan grande que en una de sus manos caben 4 personas. Este templo es la construcción de madera más grande del mundo. El resto de los templos, aunque bonitos, no son tan impresionantes, pero merece la pena visitarlos también.

Nara la hemos visitado en una mañana, aunque podríamos haber estado todo el día. Después de haber visitado Nara, volvemos a Kyoto y aprovechamos para ver lo poco que nos falta, el Ginkakuji y el parque del palacio imperial. La entrada al templo del Ginkakuji es diferente del resto que hemos visitado, se entra como por un pasillo enmurallado que te lleva a las cajas donde comprar la entrada (evidentemente no es gratis la entrada, ni la de este ni la de ningún otro templo de estos famosos que hemos visitado) Una vez en el interior del recinto se puede disfrutar de un paisaje excepcional, un jardín precioso, aunque pequeño, y pequeño es el templo, pequeño y sencillo, casi ni templo, porque si nos descuidamos nos lo saltamos, se encuentra nada mas entrar a la derecha y no da la impresión de ser el objeto principal del recinto. Es un edificio de madera que queda empequeñecido ante la belleza del jardín.

Por último hemos ido a ver el parque del palacio imperial, porque el propio palacio no pude ser visto a no ser que tengas reserva. Pues bien, os podéis ahorrar el desplazamiento, si pilla de paso, bien, pero sino, es un parque bastante insulso.

DIA 8: En Osaka día 1 el castillo de Osaka

Hoy dejábamos nuestro alojamiento en Kyoto. Hemos aprovechado para dormir un poco y descansar un poco más porque ya estamos empezando a notar el cansancio acumulado. Como el hotel en Osaka hacia check-in tarde, hemos dejado las maletas en consigna y nos hemos ido a visitar un poco Osaka. Hemos empezado por el castillo de Osaka.

Este castillo (reconstruido un poco antes de la segunda guerra mundial) lo construyó Toyotomi Hideyosi, uno de los tres grandes generales, cuya victoria dio comienzo a la era Edo. Los exteriores del castillo son muy agradables; el castillo está rodeado de unas murallas que están protegidas por un foso cubierto de agua. En el extremo norte de la zona interior de las murallas se encuentra en castillo. Aunque ahora es más pequeño que el original, nos podemos hacer a la idea de como de imponente había sido en su tiempo. Pues bien, fue quemado hasta los cimientos por Tokugawa, reconstruido después por un descendiente y vuelvo a quemar, hasta su última reconstrucción. Todo esta historia, la vida de Hideyosi, algunos de los objetos militares de la época (armaduras y poco más), alguna maqueta y poco más es lo que encontramos en el museo del interior del castillo. Pero quizás lo mejor son las vistas desde la planta 8 del edificio.

La verdad, esperaba más, pero a quien le guste la historia de Japón puede ser entretenido. Por cierto, todos los audiovisuales están en Japonés, sólo algunas tarjetas están en inglés. Después de eso hemos ido a la zona "friki" por excelencia, la zona del Den den town. Aquí se encuentra la mayor concentración por metro cuadrado de tiendas de electrónica y video-juegos de Osaka.

Ahora sí! Esto ya es otra cosa, ya lo echaba de menos! Después de dar una vuelta y entrar en casi todas las tiendas, quedamos destrozados, y nos vamos al hotel. Mañana, a levantarse temprano.

DIA 9: En Osaka día 2, excursión al castillo de Himeji. Miyajima y Hiroshima

El día de hoy se presenta completito. Nos damos el gran madrugón para ir temprano al castillo de Himeji. Ha sido restaurado este mismo año y por la afluencia, pueden cerrar las puertas a ciertas zonas. Aunque teníamos previsto ir en un tren super express, al final hemos visto un tren rápido a Himeji que salia 15' antes. Maaaaal. Será rápido de velocidad, pero se detiene en todas las estaciones con lo que se convierte en super lento. El express que venía detrás nos ha alcanzado en la estación de Kakogawa, lo hemos visto y hemos cambiado de tren. Este ya no ha parado hasta Himeji. El castillo en si mismo, por dentro, no es gran cosa. Es como si estuvieras en el Ikea, te llevan por un camino marcado, hasta subir a la última planta, donde hay un pequeño templo. En el camino a la última planta se pueden ver carteles que explican un poco la historia del castillo, como esta hecho y las sucesivas restauraciones. Es didáctico, pero, como nos ha pasado en muchos sitios, la cantidad de gente que hay estropea un poco el encanto. Cuando hemos llegado al último piso, el más estrecho, se ha hecho un tapón de gente, ni para delante ni para atrás. Entonces han cerrado la entrada de más gente desde los pisos de abajo y hemos podido salir. A la salida del castillo hemos podido comprobar que había una hora de cola para entrar porque habían cerrado temporalmente la entrada al castillo. Menos mal que hemos ido pronto!

Y como hemos acabado pronto con el castillo de Himeji, pues ale, más lejos que nos vamos, objetivo Miyayima. Y como no, subidos en otro flamante Shinkansen. En menos de 1h nos plantamos en Hiroshima. Un detallito del Shinkansen, que estaría bien que se lo aplicaran en nuestros trenes, en las ventanas hay un apoyabrazos! Que para qué? Pues para uno de los primeros deportes nacionales nipón, dormir! Desde Hiroshima tomamos un ferry para ir a la isla de Miyajima, y una vez allí hemos visto el Torii flotante. Es espectacular, lástima que no lo hallamos encontrado con la marea subida.

Por último, y ya que estamos en Hiroshima, es obligado pararse en el Memorial de la Paz y entrar en el museo. El museo esta dedicado a explicar los efectos de la bomba nuclear que se tiro en la ciudad. El contenido del museo es espeluznante y personalmente me ha dejado mal cuerpo.

DIA 10: En Osaka día 3 el centro de Osaka

Hoy hemos decidido no levantarnos tan temprano, ya que queremos ir de compras por la zona. Al ser domingo esperamos que sólo el centro de Osaka, la zona alrededor de la estación, tenga actividad. La verdad es que no hemos preparado nada para ver en Osaka, vamos un poco a salto de mata. Así que para para allí vamos, a la estación central, para explorar Umeda. Al llegar nos encontramos las calles menos concurridas de lo que esperábamos. Damos una vuelta por los alrededores, con enormes rascacielos que tienen en su interior oficinas, tiendas y restaurantes, o sea todo lo que se necesita para que no tengas que salir del edificio en tu jornada laboral.

La zona de oficinas esta prácticamente desierta, así que entramos en los almacenes Yodabashi, donde se puede encontrar todo lo que tenga que ver con la electrónica y derivados; que te compras una cámara y necesitas álbumes de fotos, ahí los tienes. Es un sitio donde puedes perder toda una mañana mirando artilugios (como así nos pasó a nosotros, y podríamos haber estado todo el día!) Para que os hagáis una idea de lo grande que es, hay una sección dedicada exclusivamente a las máquinas "gacha", esas que le pones las monedas, das vueltas a una manivela y sale un regalo mas o menos al azar (mas o menos lo digo porque cada máquina tiene una temática)

Gacha gacha section

Muy cerca de ahi estaba el que es para mi el edificio mas bonito y emblemático de los que vimos, el Umeda Sky Building.

Buscamos un sitio para comer por los alrededores, pero a medida que nos vamos alejando de la estación nos damos cuenta de que cada vez hay menos locales abiertos, así que volvemos sobre nuestros pasos y comemos algo en las cercanías de la estación. No soy muy dado a poner fotografías de comida, pero estando en la ciudad japonesa por excelencia de la comida, esto es lo que comimos, un "setto" (menú) de ramen con caldo de cerdo, karaage (pollo frito rebozado), unas gyozas (empanadillas de carne) y arroz. Y lo que sudé para pedirlo solo lo saben mi compañero de viaje y la japonesa que nos atendió. Santa paciencia que tienen...

Ramen setto

Cuando salimos del restaurante parece que hay más gente...sí, definitivamente hay más gente, parece que hayan sacudido el avispero. Eso o tienen la costumbre de quedarse en casa los domingos por la mañana y salir por la tarde a los centros comerciales. Mira, casi como en Barcelona. Empezamos a pensar que a lo mejor se escondían en los subterráneos de la estación, que son gigantescos, toda la zona parece un hormiguero, y todos los túneles tienen tiendas o locales. Aprovechamos para ver el centro comercial Grand Front Osaka. Se trata de las seis o siete primeras plantas de un total de tres torres. Las tiendas aquí tienen mayor nivel económico, vamos que es un centro comercial "pijillo". Aún así, hay una librería enoooooorme con una sección de papelería donde me he comprado material para estudiar, un recuerdo del viaje... Y el día ha dado para esto. En realidad nos hemos dedicado más a mirar tiendas, restaurantes y artilugios que en ver la ciudad, por la falta de preparación. Aún así, hemos podido comprobar lo que dicen, que Osaka es un lugar ideal para salir a comer, hay calles enteras con restaurantes de todo tipo. De hecho, hay un dicho sobre las tres ciudades más importantes de la zona de Kansai "Kyoto no kidaore, Osaka no kuidaore, Kobe no hakidaore". El dicho viene a decir, que mientras la gente de Kyoto se gasta el dinero en ropa, la gente de Osaka en la comida y la de Kobe en zapatos. Habrá que ir a Kobe pata comprobarlo no? Pero esto ya no será en este viaje.

DIA 11: En Osaka día 4 despedida, Shinkyogoku y Teramachi Kyogoku en Kyoto

Pues ya ha llegado el última día. El vuelo sale a las 22h, con lo que tenemos tiempo por la mañana, y decidimos volver a Kyoto. Nos ha encantado, su aire más tradicional y su relativa mayor tranquilidad. Así que, dejamos las maletas en el hotel y volvemos a Kyoto. Es solo 1h de viaje en tren hasta la estación de Kyoto. Volvemos a comprar el pase de autobús de 1 día...y nos volvemos a equivocar al escoger el bus, justo como nos pasaba el primer día (vamos de listos y no puede ser) Bajamos cerca del templo de Yasaka y aprovechamos para volver a pasear por Shijo y por el Nishiki market y la calle Teramachi Kyogoku. Esta muy animado Kyoto respecto de la semana anterior. Hay mucha más gente y las calle está adornada con banderitas de Japón. Será algún festival? Nos fijamos en los carteles por si fuera ese el caso, pero no acabamos de averiguar que está pasando. Una vez cruzamos el rio y salimos de la zona de Gion, dejamos de ver estas banderitas. Decidimos relajarnos tomando un café en un Starbucks de la calle Shijo, esperando a que sea un poco más tarde y que abran las tiendas. Queremos volver a Shinkyogoku y a Teramachi Kyogoku, y de paso, ver el Nishiki market y el templo de Nishiki Tenman-gu.

Templo Tenman-gu

Aunque ya estuvimos en Shinkyogoku y en Teramachi Kyogoku, ahora queremos recorrer las dos calles por completo. En estas calles podemos encontrar multitud de tiendas y restaurantes, ideal para hacer las compras el último día, ya que encontraras de todo. Y están abarrotadas de gente, mucho turista, extranjero y nacional, rebuscando en las tiendas de souvenires o haciendo cola en los restaurantes para entrar a comer. Así mismo, también se pueden encontrar templos. De hecho "Teramachi" significa literalmente "ciudad de templos" y hay varios templos, uno de ellos el Nishiki Tenman-gu, dedicado al dios del conocimiento. El agua de este templo sale de un pozo en el suelo del templo, y hay la figura de una vaca, que si la tocas en la cabeza se dice que proporciona éxito en los estudios. Yo le he tocado la cabeza, las piernas, la barriga y el rabo, por si acaso.

La vaca del templo Tenman-gu

Fuente

Hemos aprovechado para hacer las compras de los últimos recuerdos, y después, al tren de camino al aeropuerto y rumbo de vuelta a casa. Con gran tristeza, mientras se eleva el avión del suelo del aeropuerto Internacional de Kansai, nos despedimos de Japón. A ver si el año que viene se puede volver...Sayonara, sayonara...